Libra de mantequilla (Época del Cobre o Calcolítico)
La evolución de la tecnología de
la piedra, que arranca hace dos millones y medio de años con las primeras
herramientas fabricadas por el Genero Homo, tiene un larguísimo recorrido. Si pudiéramos
hacer una rápida retrospectiva de tan dilatado periodo, iríamos viendo pasar
en el tiempo la lenta evolución de cantos tallados, la aparición de
herramientas especializadas como los bifaces, y la utilización de las lascas,
cada vez más especializadas y predeterminadas como producto, hasta tal punto de
conseguir las formas y proporciones deseadas. En profundidad esta
predeterminación es la esencia de “lo levallois”, que con el tiempo iría
afectando a casi toda la producción lítica de una manera u otra hasta desembocar
en las propias láminas: nada mas predeterminado que obtener productos laminares
casi idénticos, como consecuencia de haber preparado previamente de una forma
determinada los núcleos, y seguir repetitivamente las pautas que les permitían
obtener los mismos resultados una y otra vez.
El producto más sofisticado de
esta evolución de la talla es precisamente la obtención de las láminas, tras la
preparación previa de los respectivos núcleos. En este momento se alcanza el
máximo de perfección técnica y de rendimiento, pasando de los 40 ó 60 cm de filo útil por kilo
de sílex en época de los preneandertales, a varias decenas de metros lineales
en época de los grupos que desarrollaron la cultura del Magdaleniense, hace
11.000 años.
Durante el Cobre y el Bronce la
tecnología alcanza el cenit de la perfección, en cuanto a su obtención y las
pautas de desbaste, gracias sobre todo a la forma de preparar los núcleos, y su
posterior tratamiento de golpeo, alineando los golpes y percutiendo sobre un
percutor interpuesto. Los llamados “Núcleos de Mantequilla”, hacen resaltan la perfección
de su preparación (como si hubieran sido realizados en el blando material
lácteo, pese a ser el sílex mas duro que el acero), y el mejor exponente para
alcanzar el mayor rendimiento en cuanto a productividad de piezas. Tienen un
aspecto un tanto periforme, y constan de tres crestas, dos laterales y otra en
una de las caras ventrales. La primera lámina que se obtenía de estos núcleos
era siempre esta última, que aparecen de vez en cuando en los yacimientos, tímidamente
durante el Neolítico Final, y plenamente durante el Cobre. Hoy les mostramos el
dibujo de dos de estos núcleos del Calcolítico, que evidencia más claramente el
proceso de obtención de láminas. El primero está listo para obtener la primera
lámina (“lamina de cresta”), mientras que el segundo muestra ya las huellas de
haber obtenido un número elevado de ellas, así como el reavivado del plano de
percusión, para seguir obteniendo mas láminas. Espero que os guste. Yacimientos
Arqueológicos de la Araña.
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