LA BELLEZA DE UN OBJETO DEL NEOLÍTICO
ANTIGUO DE LA ARAÑA (MÁLAGA, ESPAÑA)
La revolución neolítica trajo
muchas cosas nuevas. Aprendimos a producir nuestros propios alimentos, con la invención
de la ganadería y la agricultura, aparecieron nuevas técnicas para trabajar la
piedra, inventamos la cerámica, y con ella pudimos disponer de recipientes para
sólidos y líquidos, y la posibilidad de almacenamiento. En los primeros
momentos del Neolítico no parece que hubiera mucho que almacenar, a juzgar por
el tamaño de las vasijas, que suelen ser medianas y pequeñas. Estábamos ensayando
todos los avances del nuevo sistema, incluidos los ensayos de urbanismo, con la
aparición de las primeras aldeas y el sedentarismo. Algunos siguen viviendo aún en cuevas, que pronto abandonarían para hacerse urbanitas, aunque siguieron utilizándolas
como panteones, dejando a sus muertos junto con los ajuares funerarios. Las cerámicas
formaban parte de los objetos depositados, y analizando el cuidado que ponían en
su fabricación y decoración, se ve que eran objetos muy preciados. Cuidaban
todos los detalles, tanto en las formas de las vasijas como en su decoración,
hasta tal punto de haber modelos ornamentales concretos para formas concretas.
No se decora de cualquier forma: tienen sus modelos generales, que se aplican
con distintas variantes. Los comienzos del Neolítico nos ofrecen las vasijas más
bellas y cuidadas, cuidado que se irá abandonando, a medida que la cerámica se
convierte en un objeto corriente, perdiendo el halo un tanto mágico de los
comienzos, cuando la asociación de tierra, agua y fuego - y el sentido estético
de sus fabricantes - dio como resultado tan bellos y útiles recipientes.
Hoy compartimos una de estas
hermosas vasijas (fotografía y dibujo) procedente del Abrigo 6 del Complejo del
Humo, decorada con un fragmento de Cardiun
enmangado – que no con peine - que está incompleta y necesitada de una buena
restauración.
Deseamos que os guste.
Yacimientos Arqueológicos de La
Araña
13-8-2017.
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