LA OSCURA NOCHE DEL
ACHELENSE
Dentro del largo camino
de la Humanidad como seres tecnológicos, hace algo más de dos millones y medio
de años, en los lejanos tiempos del Homo
habilis, los dos primeros millones de años son los más oscuros para la
Ciencia, dada la escasez de yacimientos arqueológicos con secuencias
estratigráficas in situ que
documenten este prolongado periodo del Paleolítico Inferior. En la Península
Ibérica somos algo retardatarios respecto a África, lo cual es lógico, si
tenemos en cuenta que los primeros humanos salimos de África en torno a los dos
millones de años. Pero incluso la parte más reciente de este
largo tramo temporal (el Achelense) continúa siendo una oscura noche, donde la
mayor parte de los yacimientos son talleres al aire libre o graveras. Afortunadamente van apareciendo yacimientos
con las piezas in situ, que van
aportando algo de luz a la oscuridad. Al menos vamos conociendo un poco la
evolución tecnotipológica de la pieza estrella del Achelense: el bifaz. Los más antiguos son muy primarios, con pocas
y amplias facetas y filos irregulares, mientras que los últimos están mucho más
elaborados y con filos rectos.
Hoy compartimos tres
bifaces de la Colección de Imanol Reyna, que pueden reflejar sucintamente esta
evolución.
Yacimientos
Arqueológicos de La Araña.
4-9-2020.
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