EL LARGO CAMINO HACIA
LA LÁMINA EN LA ARAÑA (MÁLAGA, ESPAÑA)
Cuando una lasca de
piedra alcanza al menos dos veces y media la longitud de su anchura, pasa a
llamarse lámina. Si lo miramos como
simples proporciones de ancho-largo, una lámina puede ser producto de un simple
golpe fortuito, y de hecho muchas veces lo son. En estos casos no dan pautas
tecnológicas, y por lo tanto no podemos hablar de procesos tecnológicos, o
asociarlos a etapas culturales. De hecho pueden aparecer en cualquier época. Lo
realmente interesante es seguir los avances en la preparación de los núcleos,
hasta desembocar en la sistematización de la preparación de los núcleos de
láminas como elementos tecnológicos característicos. No fue un camino fácil ni
corto. Comienzan a hacerse notar en el Paleolítico
Medio, en medio de un mundo de lascas, con los núcleos unipolares recurrentes,
que suelen tener como resultado productos más o menos alargados hasta
convertirse en muchos casos en autenticas láminas. Cobran carta de plena
identidad en el Paleolítico Superior y Postpaleolítico, cuando ya se ha
producido un cambio de Humanidad, y los Humanos Anatómicamente Modernos se han
impuesto, y han desaparecido las características físicas e los Neandertales y
gran parte de su tecnología. Hasta que no se consolida la técnica, muchos de
los núcleos unipolares recurrentes solo proporcionaron lascas alargadas, pero
sirvieron para ir consolidando la tecnología a través de los milenios, hasta su
pleno desarrollo.
Hoy compartimos la
representación de tres núcleos de La Araña. El primero es el dibujo de un
núcleo levallois típico del Musteriense, el segundo es el dibujo de un núcleo
unipolar recurrente, cuando aun los Neandertales andaban por La Araña, mientras
que el tercero se trata de un núcleo de láminas, perteneciente ya a los Humanos
Modernos. Un largo camino de aprendizaje.
Deseamos que os guste.
Yacimientos
Arqueológicos de La Araña.
4-5-2020.
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