OXIDACIÓN, QUE NO PÁTINA.
Es una cuestión sobre la que no se ha dado la importancia que tiene como elemento indicador (groso modo) de una mayor antigüedad en las piezas que la poseen. La formación de la pátina encierra una alteración muy escasa de la superficie, y sobre la intervienen tanto el medio ambiente, como el uso de la pieza (brillo de los dientes de hoz para segar, u otros usos) así como la propia antigüedad del útil. Cuando la antigüedad es tal, que incluso en las mejores condiciones de conservación la superficie se ha ido oxidando, pudiendo alcanzar uno o mas milímetros de grosor (transformando los riñones de sílex en blanquecinos), estaremos hablando de oxidación, y como norma suele ser un signo de gran antigüedad (sin tener por supuesto valores absolutos, ya que las condiciones medioambientales de la materia siempre han influido, pudiendo facilitar o retrasar la oxidación).
Hoy les mostramos un riñón de sílex natural (roto por las grandes arroyadas del Arroyo del Indio o del Judío, mostrando el color blanquecino con mas de un milímetro de oxidación, cosa que hemos podido comprobar gracias a que el canto chocó violentamente con otro y se desportillo en parte de su superficie, apareciendo el sílex marrón del interior (es decir no alterado por la oxidación superficial, que le dotó de un color blanquecino). Yacimientos Arqueológicos de la Araña.
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