LA ARQUEOLOGÍA
EXPERIMENTAL EN LA ARAÑA (MÁLAGA, ESPAÑA)
La formación es otra de
las actividades desarrolladas en las Cuevas de La Araña, ya sea con las
prácticas universitarias, ya sea con los cursos de excelencia impartidos por
especialistas. Dentro de la labor formativa, la Arqueología Experimental se ha
mostrado como una herramienta muy eficaz a la hora de aproximarnos a la plena
comprensión de los procesos tecnológicos desarrollados en la Prehistoria, de forma fácil e inolvidable. En este camino
de reproducir tecnologías del pasado hay un amplio campo por el que transitar,
con múltiples caminos.
Hoy queremos andar por uno
de ellos, de vital importancia para nuestros ancestros: la iluminación de las
cuevas donde vivieron. Hasta ahora hemos detectado tres formas diferentes de
hacerlo, desde la etapa de los Neandertales. La primera es la más primaria, y
se deriva de las hogueras encendidas para calentarse y preparar los alimentos
llevados a sus hábitats. Su luz rompió las tinieblas de las cavernas, y
seguramente ahuyentó a las fieras de la época. La segunda modalidad fueron las antorchas,
testimoniadas por las rayas dejadas por las teas al rozar los techos bajos de
las cavidades por donde transitaban. La tercera fueron las lámparas de grasa,
siendo la manera más elaborada, y posiblemente una de las más usadas. Han
dejado evidencias en los propios recipientes utilizados como lámparas
(normalmente conchas marinas quemadas por las mechas), y también por el hollín
dejado por las lámparas sobre la roca. El combustible lo obtenían de los
animales que cazaban, bien fuera tuétano o sebo. Este último fue el más usado,
ya que era el más fácil y constante de obtener, tanto de animales grandes,
medianos y pequeños ¡No todos los días se cazaba un animal grande! El tuétano
se conseguía tras fracturar los huesos más voluminosos, una vez descarnados. La
mejor manera de hacerlo es romperlos con una pesada piedra, para obtener la
preciada materia, que además de ser un buen combustible, era un alimento con
propiedades excepcionales para niños destetados y ancianos desdentados. Este
ensayo lo hemos realizado en La Araña. Hoy compartimos dos instante del mismo,
con una fotografía rompiendo los huesos en el Arqueódromo del Parque
Prehistórico de Málaga, y la aplicación práctica, con una lámpara ardiendo
sobre la rocalla donde se realizan las pinturas rupestres.
Deseamos que os guste.
Cuevas de La Araña.
28-10-2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario