LA LENTA EVOLUCIÓN DE LAS
TECNOLOGÍAS PREHISTÓRICAS DE LA HUMANIDAD EN LA ARAÑA (MÁLAGA, ESPAÑA)
En esta sociedad estresada y un
tanto neurasténica que nos ha tocado vivir, con tecnologías punta galopantes,
en donde un ordenador se queda obsoleto en un año, hablar de lentitud
tecnológica con rango de larguísimos milenios, puede resultar extraño… ¡y sin
embargo fue así! A la hora de hablar de tecnología humana, nada más
significativo que la tecnología de la piedra, que nos hizo a los humanos una “especie”
tecnológica, allá en la lejana fecha de hace algo más de dos millones y medio
de años, cuando ya habíamos llegado al estadio de Homo hábilis (el Hombre hábil), capaz de fabricar artefactos que
nos ayudarán en la dura tarea de la supervivencia. En este momento nos
convertimos en tecnológicos, y fue un paso transcendental para nuestra propia
evolución ¡En realidad somos hijos de la piedra, lo cual también puede resultar
extraño, en un tiempo en que hemos podido conocer el genoma completo de los
humanos, y estamos enredados en escudriñar toda una pléyade de posibles
ascendentes y descendentes, intentando desentrañar nuestro propio origen!
Genes, mutaciones, adaptación al medio, selección natural y supervivencia de
los más aptos durante millones de años, es el resultado de lo que somos. Pero
ha sido la tecnología la que nos ha obligado durante más de dos millones de
años a resolver problemas cada vez más complejos, amueblando nuestro cerebro y nuestra
forma de pensar y de resolver la supervivencia, en los diversos ambientes en
que hemos tenido que sobrevivir. Sin ella no hubiésemos traspasado nunca el umbral
de animales naturales. No ha dejado huellas en nuestros genes, pero si un largo
rastro que ha ido marcando de forma evidente nuestros progresos, hasta llegar a
la actualidad. Esta evolución ha sido lenta y acumulativa, por lo que cada vez
es más rápida, al aprovechar los conocimientos anteriores. Uno de los
descubrimientos más recientes es el de la lámina, esos cuchillos de sílex,
largos y delgados, que mejoraron nuestro repertorio de herramientas. También en
este caso su gestación fue lenta. Hizo sus balbuceos en el Paleolítico
Inferior, creció tímidamente durante el Paleolítico Medio de los neandertales,
y tiene su pleno desarrollo en el Paleolítico Superior, ya con nuestra especie
dominando sobre el Planeta. Habían pasado la friolera de más de 300.000 años.
Todo un lento parto.
Hoy les mostramos algunos
ejemplos de láminas arcaicas, pertenecientes a la Colección Imanol Reyna, existentes
en el Centro de Interpretación Cuevas e La Araña.
Deseamos que os guste.
Yacimientos Arqueológicos de La
Araña.
6-8-2017.
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