¡QUE NO ES
MORA, NO!
Fue construida
por Francisco Vázquez en 1574, en tiempos de Felipe II, cuando el Imperio
Español estaba en pleno auge en todo el Mundo. Su misión era, junto con otras
muchas torres costeras, la de vigilar y defender el litoral de los frecuentes
incursiones berberiscas del Norte de África. Tanto de día como de noche existían
señales convenidas entre las distintas atalayas, en caso de presencia hostil, a
las que acudían los 15 ó 20 miembros a caballo, situados estratégicamente cada
ciertos tramos. Tenia una dotación de 4 ó 5 hombres y uno o dos cañones. No
posee puerta, y había que subir a ella por una escala, que era retirada una vez
subidos los atalayas o vigilantes.
Su misión fue
fundamental, ya que tras la conquista de Málaga por los Reyes Católicos, la
costa había quedado bastante deshabitada, tras la huida hacia La Axarquía de muchos de los
moriscos que la habitaban, siendo por lo tanto vulnerable a las incursiones
piratas en el antiguo Reino de las Españas. Nuestra anciana Torre sufría el
desgaste de los años, por lo que tuvo que ser restaurada en 2008. Emanaba, no
obstante, la serenidad que se desprende del deber cumplido, y que parece
impregnar tanto a las personas como a los edificios que han resistido al tiempo
y han pasado a ser parte de nuestra cultura. Nuestra Torre – de todos los
andaluces y españoles – merece un respeto, pese a que algunos desaprensivos
hayan destruido la iluminación exterior instalada recientemente.
Hoy queremos
hablar de ella, pese a no ser prehistórica, porque es también uno de nuestros
bienes culturales, que ha ocupado un lugar en nuestra historia, y tiene sus
propias señas de identidad.
Yacimientos
Arqueológicos de La Araña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario