Desde la invención de las primeras herramientas líticas hace
unos 2,5 millones de años, la tecnología sufrió un lento y progresivo
perfeccionamiento, que fue elevando la pericia tecnológica, con nuevas
tecnologías y tipologías que nos han
llevado hasta nuestra posición actual. La introducción de los nuevos avances no
significaba el abandono de tecnologías y a veces tipologías conquistadas en etapas anteriores. Un ejemplo
clarísimo de esta constante son los cantos tallados que aparecen desde el
comienzo periplo industrial humano (2,5 Ma.) y prolongan su existencia
prácticamente hasta el final de la prehistoria, coexistiendo con todos los
avances de la industria de piedra. Sus
variadas tipologías (según para lo que fueran tallados) no terminan su
simplicidad esencial, que se reduce a cantos tallados por una cara o por las
dos caras.
El canto tallado que invento nuestro antepasado homo
habilis, ha visto pasar a su lado a los bifaces Achelenses a las puntas triangulares de los
neandertales, a las láminas de los cromañones, a las hachas pulidas del
Neolítico y las primeras metálicas de la
humanidad allá por el calcolítico.
Hoy les mostramos uno
de estos cantos tallados (por ambas caras) en forma puntiaguda perteneciente al Neolítico medio del Abrigo 6
del Complejo del Humo. Yacimientos Arqueológicos de la Araña.
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