Acostumbrados a estudiar la cultura
material en compartimentos estancos (cada periodo tiene sus tipos
característicos y en cierta forma lo definen), estos objetos se comprenden
mejor cuando se contemplan en una visión diacrónica, y se rastrean los
precedentes de los propios objetos en etapas anteriores de la que aparecen.
Casi nunca las cosas aparecen de golpe, si no que casi siempre existen
precedentes que han ido evolucionando, hasta convertirse en lo que son en un
momento dado.
Un buen ejemplo lo podemos observar en la evolución
de las formas de la cerámica, y como va evolucionando desde su aparición a
través de los distintos periodos prehistóricos, dando respuesta a las
necesidades que impuso el paulatino cambio de la alimentación que supuso la
introducción de la agricultura en sus vidas, con la incorporación de las
harinas en su dieta, y la necesidad cada vez más acuciante de formas abiertas.
En este sentido, los cuencos y platos son característicos
del Calcolítico, pero también estas formas tienen una historia y una evolución,
que hunde sus raíces en periodos anteriores.
Hoy les mostramos una reconstrucción en
dibujo de un cuenco del Neolítico Medio del Abrigo 6 del Complejo del Humo, que
llevaría dos mamelones o lengüetas como elementos sustentantes. Han aparecido
varios, que son un buen precedente para formas similares que aparecerán en
periodos posteriores del Cobre, perdiendo incluso los elementos sustentantes.
Deseamos que os guste.
Yacimientos
Arqueológicos de La Araña
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