LA ILUMINACIÓN PREHISTÓRICA EN LA ARAÑA (MÁLAGA, ESPAÑA)
¿Cómo solventaban la iluminación en las cuevas nuestros ancestros prehistóricos? En las Cuevas de La Araña nos han dejado pistas para aproximarnos al problema con bastante seguridad. Cuando la ocupación de los sitios estaba en los abrigos o a la entrada de las cavernas, el problema no existía, ya que por el día tenían luz natural, y por las noches la iluminación de las fogatas hechas en esos puntos les iluminaba el espacio. El problema surgía cuando utilizaban otros puntos del interior, donde había oscuridad absoluta. En cuevas grandes y bien ventiladas los hogares interiores podían actuar también como elementos luminosos. En cavidades más reducidas o con poca ventilación, las hogueras tienden a situarse en la entrada, y la iluminación interior la solucionaban por otros medios. En La Araña la Cueva del Humo es un paradigma de estas situaciones. Los fuegos los concentraron en la entrada, cubriendo el techo calizo de una gruesa capa de hollín, algunas de cuyas partes se cubrieron después de capas de espeleotemas, como se aprecia en la foto nº 1. En el interior utilizaron antorchas – que dejaron marcas al rozar con los techos bajos – y sobre todo lámparas de grasa (fijas y portátiles) alimentadas con sebos de los animales y una mecha para la combustión. Las fijas eran simples hoyos en la roca – naturales o artificiales – donde se depositaba la grasa con la mecha, para iluminar las zonas de paso y de uso. En el fondo de estos pequeños hoyos se aprecian huellas de combustión, y vestigios de carbón y ceniza procedentes de las mechas – fotografía nº 2 - y en alguno de ellos cubiertos por capas de calcita. Las lámparas portátiles han aparecido en conchas marinas (peregrinas y ostras), con signos de combustión, e incluso hemos podido ver algunos de los sitios donde las colocaron, por las huellas de hollín existentes en el techo de las hornacinas y repisas donde lucieron, como se aprecia en la fotografía nº 3. El espesor del hollín de algunas de las hornacinas nos indica que utilizaron sobre todo sebos, más que tuétanos, ya que el tuétano apenas produce humo, tal como hemos comprobado con la Arqueología Experimental, como se aprecia en la fotografía nº 4, con una concha de peregrina y tuétano de vaca. En fin… hemos reproducido en el Arqueódromo lo que hicieron nuestros ancestrales Neandertales, que ya tenían bien resuelto el tema de la iluminación.
Queremos compartirlo, y deseamos que os guste.
Cuevas de La Araña.
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