ALGUIEN NOS DEJÓ UN MENSAJE EN
LAS CUEVAS DE LA ARAÑA (MÁLAGA, ESPAÑA)
Era una época extremadamente
fría, y también húmeda. Tan húmeda que las cuevas volvieron a tener goteos
intensos y a rezumar barro por sus paredes, y tan fría que evitó que las aguas calcáreas
que goteaba la cueva pudieran endurecer el barro que había servido de lienzo a
nuestro “artista” prehistórico. El pincel que utilizó nuestro “artista” fue el
dedo (un solo dedo), para realizar su obra. Después cambió el clima. Seguía
haciendo frió, pero era un frió seco. Las cuevas perdieron su humedad, y el
barro se secó, pero no pudo endurecerse. Faltaba humedad, y una temperatura más
elevada, que hubieran permitido
carbonatar estos barros, que quedaron secos pero blandos. Sobre ellos quedó impreso el mensaje de un
“artista” prehistórico, que usó su dedo como instrumento para dejarnos una
figura icónica, que expresaba una idea, un mensaje que era entendido por sus
contemporáneos. El entrecomillado del artista no ha sido caprichoso: las
figuras que nos dejaron `poco tenían que ver con el arte. No fueron a la cueva
a hacer arte, sino a realizar un rito, que para ellos era importante. El
significado es otra cuestión, en la que hoy no entraremos, pese a los ríos de
tinta que han corrido, intentando descifrar que nos querían transmitir nuestros
ancestros prehistóricos, a través de estos signos.
En fin, queremos compartir estas
reflexiones, junto con la imagen de una de las figuras que nos dejaron, y
deseamos que os guste.
Yacimientos Arqueológicos de La
Araña.
10-7-2018.
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