RECORDANDO ALGUNAS DE LAS
JOYAS VIVAS QUE POSEE LA ARAÑA (MÁLAGA, ESPAÑA).
En un tiempo en el que se está castigando tan duramente a la Naturaleza
por nuestra parte, nos sumamos a su defensa, y unimos nuestra humilde voz a los
millones que reclaman un mayor respeto por la misma en todo el Mundo.
Seguramente servirá de poco, pero al menos haremos que nuestro granito de arena
haga crecer un ápice la montaña de la solidaridad que está emergiendo lentamente
y con dificultades en el Planeta. Quizás no vendría mal recordar que somos lo
que somos, por que ella – la Naturaleza – nos ha facilitado emerger como
especie dominante, con sus ventajas y condicionantes, y llegar a ser lo que
somos en la actualidad, adaptándonos al Medio Ambiente que durante más de
cuatro millones de años nos modeló. En este tiempo de la “Aldea Global”, no
solo hemos dejado atrás la aldea, si no la tribu, el clan, la nación, y lo más
importante el sentido de solidaridad de nuestra propia especie y el respeto
hacia la Naturaleza. En este tiempo en que la economía lo domina todo, incluso
las ideologías, encontramos justificantes para todos nuestros desmanes contra
esta casa común que denominamos Tierra. De ello se encargan los nuevos “chamanes”
de nuestro tiempo, aduciendo todo tipo de necesidades imperiosas para el
colectivo global, casi siempre económicas, para mayor gloria del nuevo dios que
hemos puesto en el centro de nuestra cosmogonía: la Economía. Economía ha
existido siempre, y su evolución se solapa con la nuestra. Hemos pasado por una
economía de omnívoros-carroñeros, omnívoros cazadores-recolectores, omnívoros
agricultores y ganaderos, omnívoros
metalúrgicos, omnívoros comerciantes… y en fin, por toda clase de economías hasta
llegar a ser lo que somos. Lo más grave es que esta nueva religión exige la
verdad absoluta, como casi todas las religiones, y fuera de ella no hay
salvación, como si no se pudieran hacer las cosas de otra forma. Lo malo es que los nuevos dogmas casi siempre
están diseñados para el beneficio de elites cada vez más reducidas, cada vez
más globales, y sus consecuencias las padecemos el resto del colectivo de Homo sapiens sapiens, y de paso nuestro
medio natural en el que seguimos evolucionando. La Humanidad se defiende –
aunque tímidamente – creando espacios de solidaridad, y la Naturaleza lo hace
como puede, resistiéndose a desaparecer especies y ecosistemas que tardaron
millones de años en evolucionar, aunque no siempre lo consigue.
Hoy queremos compartir el hecho de que
algunas de estas especies sigan resistiéndose a desaparecer en el pequeño
territorio de La Araña, pese a la gran
dificultad que tienen para ello. Camaleones, búhos, cernícalos, las diminutas
musarañas, Maytenus senegalensis, Limonium malacitanum, palmitos, etc. siguen
presentes, recordándonos ancestrales trayectorias de supervivencia. Nos
alegramos por ello, y deseamos que vosotros también.
Yacimientos Arqueológicos de La
Araña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario