EL AVANCE DE LA NEOLITIZACIÓN Y SU REFLEJO EN LAS
VASIJAS DEL NEOLÍTICO
La revolución que supuso la llegada del Neolítico
a las comunidades de cazadores recolectores, fue rápida, pero tampoco tan revolucionaria como a veces se ha dado a
entender. Se tomaron su tiempo, y los
nuevos avances fueron llegando e incorporándose, y aunque rápidos, no lo fueron
tanto que llegaran a ser traumáticos. Quizás sería más correcto hablar del
proceso de neolitización más que de neolítico en abstracto, como si fuera un
paquete compacto, que reúna a todas las ventajas tecnológicas y culturales de
esta época. De hecho es posible que no todas llegaran al mismo tiempo ni en el
mismo orden a todos los sitios. La piedra pulida, la cerámica, la ganadería, la
agricultura, el progresivo sedentarismo que daría lugar a las primeras aldeas,
son grandes avances, pero que no necesariamente tuvieron que llegar todas
juntas en el mismo paquete, como un pesado fardo que venía a sustituir y a
desbaratar al viejo acervo cultural, que siguió existiendo, adaptándose a las
nuevas conquistas tecnológicas, económicas y culturales. Estos paulatinos
cambios – por rápidos que nos parezcan - se reflejan bien en la evolución de la
propia vajilla de la época, tanto en las formas como en los tamaños y en los
modelos ornamentales con que decoraban a sus vasijas. Viendo su evolución, se
aprecia el impacto y la valoración que estos avances tenían por parte de las
comunidades que las recibieron, y como iban cambiando sus propias vidas. Un
buen ejemplo de esto se aprecia en las calidades de las vasijas, que a menudo
son de mejor calidad y mas cuidadas en sus detalles al comienzo del Neolítico
que en etapas siguientes, cuando ya la cerámica se había convertido en un producto
más de su industria, y había perdido el halo de objeto extraordinario,
adquirido quizás de otros grupos de alrededor más neolitizados, convirtiéndose
en un objeto eminentemente práctico y corriente. Los tamaños también pueden
hacer algunas sugerencias. Se puede apreciar en los yacimientos de amplia
secuencia estratigráfica y cultural, como a medida que avanza la implantación
de las ideas del neolítico, algunas formas van aumentando su tamaño y su
capacidad, respondiendo a un mayor sedentarismo y a una mayor necesidad de
almacenamiento, derivada de un sistema económico revolucionario, que les
permitía producir sus propios alimentos, aunque no abandonaran por completo la
caza y la recolección. Una de las formas
que mejor muestran cómo se van imponiendo las nuevas ideas, son las formas
globulares con cuello de botella, que por lo general en el Neolítico Antiguo
tienen exquisitos acabados, tamaños medianos fáciles de transportar, y como a
medido que se implanta la neolitización van aumentando su tamaño, y cambian
incluso algunos modelos ornamentales. Siguen teniendo por lo general los fondos
curvos y tres asas de cinta, pero estas se han convertido en asas dobles, que
permiten soportar el mayor peso derivado de su mayor capacidad. También
descuidan su acabado. Se han convertido en un objeto más de su cultura, cuando
ya se ha impuesto el Neolítico Pleno o Medio. Muchas de estas comunidades no
viven ya en cuevas, aunque aparezcan en las mismas sus objetos de cultura
material en calidad de ajuares de los enterramientos realizados en las
cavernas. Estos ancestrales espacios dan un último servicio a los grupos
prehistóricos como panteones. La etapa del final de esta época o Neolítico
Final, también manda sus propios mensajes a través de los restos arqueológicos.
Algunos de estos mensajes vienen sugeridos por los recipientes cerámicos que
utilizaban, donde cada vez aparecen más fondos planos. Las vasijas tenían su
propio sitio en el hábitat, fueran chozas o casas, sin necesidad de estar
colgadas, lo cual nos puede indicar un sedentarismo mucho más acusado, a las
puertas ya de otra gran revolución que se les venía encima: la metalurgia, con
la agricultura y la ganadería implantadas ya en todas partes. Son aspectos que
se pueden seguir en los yacimientos de amplias secuencias, de los que tenemos magníficos
ejemplos en toda la Península Ibérica, incluidos los de La Araña (Málaga,
España).
Hoy compartimos la visión de dos vasijas
globulares con cuello de botella procedentes del Abrigo 6 del Complejo del
Humo, pertenecientes al Neolítico Antiguo y al Neolítico Pleno o Medio, donde
se pueden apreciar algunos de los caracteres
que hemos expresado anteriormente.
Deseamos que os gusten.
Yacimientos Arqueológicos de La
Araña .
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