LAS FORMAS OVOIDES O “DE SACO”,
FORMAS CLÁSICAS DE LAS VASIJAS PREHISTÓRICAS EN LA ARAÑA (MÁLAGA, ESPAÑA)
La invención de la cerámica fue uno de los
muchos logros que trajo la revolución del Neolítico. Fue un gran avance en cuanto a sus necesidades
de almacenamiento, tanto de sólidos como de líquidos, al tiempo que introdujo
la posibilidad de las viandas guisadas, en colaboración con el fuego, otro
viejo aliado de la Humanidad.
Una de las formas más usuales desde el
comienzo del Neolítico en La Araña es la ovoide o de “saco”, que iba decorada
por lo general. Poseía cuatro elementos de sustentación por debajo del borde:
dos asas de cinta y dos mamelones contrapuestos perpendicularmente. Esta posición
le daba una gran estabilidad, tanto para ser colgada de las dos asas de cinta,
como a la hora de su manipulación por los dos mamelones. Las capas de hollín
adheridas en sus fondos nos indican que fueron sustentadas sobre el fuego,
posiblemente en el preparado de los primeros guisos de la Prehistoria. Debió de
ser un recipiente muy práctico, ya que se perpetua durante todo el Neolítico,
coexistiendo con las nuevas formas, y llega hasta los comienzos del Calcolítico.
Aunque aparecen algunas completamente lisas, sin decoración, lo normal es que
fueran decoradas con un modelo ornamental cuatripartito, compuesto por cuatro
cordoncillos o guirnaldas decoradas, que se desarrollaban de asa a mamelón y de
mamelón a asa. Más raramente, los cordones eran lisos. A veces los cordones son
dobles, con la misma disposición organizativa. Es una forma muy equilibrada, teniendo
un fondo de una vez y un tercio el diámetro de la boca. Esta armonía comienza a
desvanecerse al final del Neolítico, a las puertas del Cobre, ganando mayor profundidad.
Hoy compartimos una de estas vasijas, que ha perdido sus proporciones clásicas,
y con el cordón liso, lo que no es lo más corriente. Estaban llegando ya los
primeros objetos de cobre a la Bahía de Málaga.
Deseamos que os guste.
Yacimientos Arqueológicos de La
Araña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario